La presidenta Cristina Fernández dijo ayer tras el asesinato de un policía para robarle su auto: "Tenemos que cuidar y vigilar y poner cámaras en todas partes".
Por experiencia sabemos que las cámaras son una herramienta pero tampoco es la única y salvadora medida. Caso concreto el último asesinato en contexto de robo en la jurisdicción de la comisaría 44. Al médico Héctor Torriglia de 72 años lo matan a menos de 50 metros de una cámara, en pleno mediodía, frente a un colegio primario en Barragán casi Reservistas Argentinos en Liniers.
Por eso la única solución de una presidenta ante los asesinatos de bandas criminales no puede ser solo las cámaras de seguridad. Existen más elementos que es eliminar el mercado de venta y alquiler de armas ilegales, o erradicar los desarmaderos que se nutren justamente de los autos robados como ocurrió con este policía asesinado.
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