domingo, 4 de septiembre de 2011

La tropa policial de la Comisaría N° 44 no responde a su cúpula



El pasado domingo a la noche mientras en las casas ya se piensa en el lunes, por el arranque de la semana, en el pasaje Mirasol y en su paralela Carhué no había tranquilidad. A las once de la noche dos hombres ingresaban al prostíbulo en Carhue 131 y lo hacían por la parte trasera mediante una soga. Una vez dentro del inmueble apagaron las luces y redujeron a una mujer que los vecinos escuchaban llorar. “Tirate al piso” le gritaban los hombres que habían ingresado al prostíbulo que desde hace una semana por lo menos no se escuchaba, ni se sentía los movimientos habituales de los clientes/prostituyentes que ingresan para pagar por la explotación sexual de mujeres, que es un comercio penalizado por la ley nacional 12.331, que prohíbe l proxenetismo y las casas de tolerancia.
Un vecino lindero al prostíbulo se comunicó con la Alameda. De ahí que llamamos al coordinador de la Mesa Barrial de Seguridad en los barrios de la jurisdicción de la seccional 44. El funcionario Daniel Badié se comunicó rápidamente con el subcomisario Mario Trejo. Además se llamó al 911. A los 15 minutos cuatro patrulleros llegaron al lugar denunciado.
El proceder de Badié y Trejo fue a toda velocidad y respondieron los llamados a esa hora de la noche del domingo. La dificultad fue a la hora de la llegada de los patrulleros. Fue un total de cuatro móviles policiales. Pero ninguno tuvo la voluntad de ingresar al domicilio denunciado donde se producía la privación de la libertad de una mujer, que fue posible por un ingreso ilegal a la propiedad.
Los policías tuvieron la oportunidad de llegar al prostíbulo por la parte trasera. Pero lo único que hicieron estos efectivos fue iluminar con una linterna y observar la soga por la que ingresaron los desconocidos. Después los policías se retiraron. La única detención que se realizó fue a un joven que pasaba por la vereda. En un primer momento lo esposaron por posición de pastillas y luego fue liberado en la vereda.
Los patrulleros de la comisaría 44 que estuvieron en el operativo llevaban los números: 0945, 1811, 1890, 1165 patente GVI 007.
El proceder irregular de los policías, que están por debajo de su conducción, se repite. Lo sufre la vecina que denuncia el taller textil clandestino sobre Marco Sastre, en el barrio de Monte Castro. Los policías han entrado al inmueble pero nunca encuentra el taller textil. Y ahora se dedican a investigar a la denunciante y los vecinos, no a los denunciados.
En Versailles ocurrió hace poco más de un mes la intimidación que sufrió un vecino en su domicilio a metros de la Iglesia Nuestra Señora de la Salud. El propio subcomisario Trejo manifestó que ahora sancionó a dos de los policías de la brigada que fueron hasta el domicilio del vecino con la excusa que se había denunciado un tiroteo del cual nunca se produjo. Los policías para intimidar lo que hicieron fue llevarse los datos personales del vecino que viene participando de la organización vecinal para mejorar la situación de seguridad en el barrio.  
Con estos tres casos parece que en la comisaría N° 44 su máxima autoridad junto con el Ministerio de Seguridad expresan directivas, y por otro lado un proceder en la práctica que es irregular. 

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