jueves, 2 de mayo de 2013

El Papa condenó la trata y el trabajo esclavo



El papa de los vecinos que luchan contra la corrupción y las mafias habló ayer de la trata y el trabajo esclavo. 
Bergoglio sigue siendo el mismo que nos alentó, acompañó y nos protegió desde el 2011 cuando nacimos como autorganización de vecinos y en la Iglesia La Salud, como San Cayetano. No se olvida aunque sea Papa. 

http://www.abc.es/sociedad/20130501/abci-papa-trabajo-audiencia-201305011231.html

Francisco denuncia el «trabajo esclavo» y el «beneficio egoísta» que crea desempleo

JUAN VICENTE BOO / CORRESPONSAL EN EL VATICANO

En la fiesta del trabajo, el Papa Franciscodenunció vigorosamente el “trabajo esclavo” que se da en todos los países -incluidos los ricos-, y la desocupación creada por factores estructurales y actuaciones egoístas.
El Santo Padre, que comenzó a trabajar como empleado de limpieza en los veranos a los 13 años, recordó el ejemplo de San José artesano y el segundo aniversario de la beatificación de Juan Pablo II, un Papa que fue obrero manual en una cantera y una planta química de Cracovia.
En la audiencia general del miércoles, Francisco se refirió “a todos, y no sólo los jóvenes, que están sin trabajo, muchas veces a causa de una concepción economicista de la sociedad, que busca el beneficio egoísta fuera de los parámetros de la justicia social”. El Santo Padre exhortó a los responsables de los países “a realizar todos los esfuerzos para impulsar la ocupación”.
No tener miedo al sacrificio
Al mismo tiempo, animó a los jóvenes “a esforzaros en vuestro deber cotidiano, en el estudio, en el trabajo, en las relaciones de amistad, en la ayuda a los demás”. Les exhortó “a no tener miedo a los compromisos, al sacrificio”, y “a no mirar con miedo al futuro: hay siempre una luz en el horizonte”.
En su saludo a los peregrinos franceses, Francisco pidió “a todas las personas de buena voluntad tomar una decisión firme contra el tráfico de personas condenadas a un trabajo envilecedor, que les convierte en esclavos”.
Por la mañana, en la misa de las siete, el Papa había sido todavía más explícito, recordando “la voz de Dios que preguntaba a Caín, ¿Dónde está tu hermano? Hoy, en cambio, escuchamos esta voz ¿Dónde está tu hermano que no tiene trabajo? ¿Dónde está tu hermano que está sometido al trabajo esclavo?”.
El Papa había invitado a su misa en Casa Santa Marta a las madres jovencísimas y a los menores de edad acogidos en el centro de solidaridad “Il Ponte” de la ciudad portuaria de Civitavecchia, cercana a Roma.

Francisco denuncia el «trabajo esclavo» y el «beneficio egoísta» que crea desempleo
JUAN VICENTE BOO / CORRESPONSAL EN EL VATICANO
Día 01/05/2013 - 16.52h
Pide a los gobiernos «todos los esfuerzos» para impulsar la creación de puestos de trabajo

AFP
El Papa besa a un bebé a su llegada a la Plaza de San Pedro antes de la Audiencia General
En la fiesta del trabajo, el Papa Franciscodenunció vigorosamente el “trabajo esclavo” que se da en todos los países -incluidos los ricos-, y la desocupación creada por factores estructurales y actuaciones egoístas.

El Santo Padre, que comenzó a trabajar como empleado de limpieza en los veranos a los 13 años, recordó el ejemplo de San José artesano y el segundo aniversario de la beatificación de Juan Pablo II, un Papa que fue obrero manual en una cantera y una planta química de Cracovia.

En la audiencia general del miércoles, Francisco se refirió “a todos, y no sólo los jóvenes, que están sin trabajo, muchas veces a causa de una concepción economicista de la sociedad, que busca el beneficio egoísta fuera de los parámetros de la justicia social”. El Santo Padre exhortó a los responsables de los países “a realizar todos los esfuerzos para impulsar la ocupación”.

No tener miedo al sacrificio
Al mismo tiempo, animó a los jóvenes “a esforzaros en vuestro deber cotidiano, en el estudio, en el trabajo, en las relaciones de amistad, en la ayuda a los demás”. Les exhortó “a no tener miedo a los compromisos, al sacrificio”, y “a no mirar con miedo al futuro: hay siempre una luz en el horizonte”.

En su saludo a los peregrinos franceses, Francisco pidió “a todas las personas de buena voluntad tomar una decisión firme contra el tráfico de personas condenadas a un trabajo envilecedor, que les convierte en esclavos”.

Por la mañana, en la misa de las siete, el Papa había sido todavía más explícito, recordando “la voz de Dios que preguntaba a Caín, ¿Dónde está tu hermano? Hoy, en cambio, escuchamos esta voz ¿Dónde está tu hermano que no tiene trabajo? ¿Dónde está tu hermano que está sometido al trabajo esclavo?”.

El Papa había invitado a su misa en Casa Santa Marta a las madres jovencísimas y a los menores de edad acogidos en el centro de solidaridad “Il Ponte” de la ciudad portuaria de Civitavecchia, cercana a Roma.

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