miércoles, 20 de julio de 2011

Ataque del alcoholizado director del CGPC Nº 10, Osvaldo Vega, a la Mesa Barrial de Seguridad

Aquí damos reproducción a una fiel crónica respecto al ataque del martes en la iglesia Nuestra Señora de La Salud por el director del Centro de Gestión y Participación Comunal Nº 10, Osvaldo Vega, a los vecinos que venimos peleando por un barrio en paz, sin violencia, ni mafias.
Vale informa antes de pasar a la crónica que el comisario Mario Trejo se encuentra de licencia que es el paso previo a que sea despedido. En su lugar quedo Héctor Del Papa, el subcomisario que echó la culpa a los vecinos y la ong La Alameda por denunciar un prostíbulo que funcionaba arriba de un prostíbulo. La comisaría Nº 44 recibió 50 efectivos más, de los cuales dos están con carpeta médica.
Respecto a la Mesa Barrial que impulsa el Ministerio de Seguridad Nacional dijeron que tiene un estatuto con un reglamento. La información que resulte de la Mesa sería incorporada por el propio ministerio. Además serviría para evaluar el ascenso del comisario que ya no será por antigüedad sino por mérito en el trabajo y su preparación educativa. La confección del mapa operativo que sale todos los días de la comisaría será confrontado por el que realicen los vecinos.
Quedo pendiente por parte del funcionario nacional, Daniel Badié, la entrega del listado de policías de la seccional 44 y sus paradas. Tampoco fue especificada la fecha en que llegaría a custodiar la avenida General Paz la Gendarmería.
La próxima asamblea de vecinos será el martes 26, en Bruselas y Marco Sastre, para discutir la actitud violenta del director CPC y la continuidad de la Mesa Barrial.

Publicado en el portal http://www.noticiasurbanas.com.ar/

Un funcionario fuera de quicio

Dentro de una iglesia católica, el director del CGPC Nº 10, soldado del legislador Oscar Zago, rompió con una asamblea de vecinos. El funcionario se había excedido en la ingesta de alcohol. “Impresentable” lo llamaron los propios funcionarios del Ministerio de Seguridad porteño.
Por Lucas Schaerer


En Versailles, en el salón de la iglesia Nuestra Señora de La Salud, este martes poco después de las 19 comenzó la primer Mesa Barrial de Participación Comunitaria de Seguridad. Los vecinos autoconvocados de Versailles y Villa Real que reclamaron la presencia del Ministerio de Seguridad Nacional entregaron un documento de 23 hojas donde detallan las zonas liberadas para el comercio de drogas, la esclavitud en los talleres textiles, las casas usurpadas y los robos de autos o casas. El material compilado por los propios vecinos autoorganizados en asamblea dentro de la iglesia católica además lo entregaron a las autoridades del Ministerio de Seguridad porteño que habían invitado previamente. 
Daniel Badié es el funcionario nacional que se encargó de la presentación de la Mesa Barrial, que es un nuevo instrumento del ministerio a cargo de Nilda Garré para romper con la lógica “que la policía federal se autogobierna” y que está previsto sirva a la hora del ascenso de los comisario, “ya que no será más por antigüedad sino por mérito de estudios y la evaluación vecinal”, sostuvo Badié ante unos cincuenta vecinos que se convocaron a través del de boca en boca y vía mail. 
Cerca de las ocho de la noche mientras se proyectaba en formato power point los puntos de la Mesa Barrial de Seguridad arribó el director del Centro de Gestión y Participación Comunal (CGPC) Nº 10, Osvaldo Vega, acompañado por unos de sus acólitos. “Quieren que terminemos como Cuba”, fue el comentario macartista de Vega, quien se presentó "como vecino" y no en su rol de funcionario por el que había sido invitado.
A las preguntas siguieron las críticas y denuncias de los vecinos. En ese momento el titular del CGPC interrumpió para dar rienda suelta a su boca y muecas de todo tipo. Salieron palabras agresivas mezcladas con un potente aroma al alcohol. “Acá son veinte vecinos no veo que sean representativos para decidir por todo el barrio”, arremetió Vega sonriendo con provocación. Estas palabras despertaron el fastidio de los vecinos que hace dos meses se vienen reuniendo y que realizaron un cacerolazo en la puerta de la comisaría Nº 44 con 500 personas. 
Por otro lado, el funcionario nacional se mantenía en silencio y su par del ministerio de Seguridad PRO, Eduardo Zother, junto a Graciela Coceres de Prevención del Delito se quejaron del funcionario de su propia fuerza política. “Es un impresentable”, repetían ya que Osvaldo Vega con su ataque dio por tierra la presentación que iban a realizar en representación de la cartera de Seguridad capitalina.
Este director de CGPC responde al legislador radical PRO, Oscar Zago, con terminal en el capo del juego de azar y tesorero del club boca Juniors, Daniel “El Tano” Angelici. Este empresario a su vez llegó a la titularidad de la Cámara Argentina de Salas de Bingos y Anexos (Casba) con intereses en cinco sociedades de apuestas y un stud de caballos de carrera. 
El multimillonario negocio del juego no se lleva con los valores de la iglesia católica, y sobre todo con su líder, Jorge Bergoglio, quien explícitamente rechaza el avance de esta industria a la que considera “un vicio ruinoso”. El cardenal y arzobispo de Buenos Aires el domingo 6 de junio, a dos meses de presentarse el Mapa del Delito de la jurisdicción 44, ofició una misa para los familiares de los vecinos asesinados y en respaldo de la organización vecinal contra las mafias. 
No es el primer ataque de Vega hacia los vecinos autoorganizados para denunciar la delincuencia organizada. Antes había ido contra el cacerolazo vecinal diciendo mal la fecha del reclamo. Aunque él en persona acompañando por Zago, el legislador del azar, estuvieron ese viernes 6 de mayo en que cientos de vecinos entregaron el primer Mapa del Delito, que había sido presentado un mes antes a las autoridades nacionales y porteñas pero sin obtener resultados.
El colérico titular del CGCP, que será el tercero cuando nazca la Junta Comunal, no soporta que la Fundación Alameda acompañe a los vecinos en su organización y denuncias. “Esos de la Alameda manejan prostíbulos”, repite hasta el cansancio Vega para seguir con su campaña de desinformación con el fin de desalentar la participación ciudadana que no es impulsada con un objetivo electoral sino por el hartazgo de reiterados asesinatos siempre impunes, secuestros, robos, maltratos en la comisaría, inspectores que reciben coimas y zonas liberadas. 
Entrada la noche y el frío los vecinos seguían hablando en la puerta de la iglesia, a metros Osvaldo Vega se fue manejando su auto. "Que no lo agarre un control de alcoholemia porque le sacan el registro", soltó saña un vecino indignado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario